Catedral Metropolitana
La historia de la Catedral Metropolitana comienza en 1675, cuando el bandeirante Francisco Dias Velho, fundador de la aldea de Nossa Senhora do Desterro, inició la construcción de una capilla en honor a la patrona. Como era habitual en aquella época, eligió el lugar más alto y visible del pequeño pueblo. A mediados del siglo XVIII, la capilla se quedó pequeña para el número de fieles que asistían a misa. Esto llevó a José da Silva Paes, primer gobernador de la antigua Capitanía, a proyectar una nueva Iglesia en el mismo lugar. Iniciadas en 1748, las obras finalizaron 25 años después, bajo el gobierno de Dom José de Melo Manoel.
Desde entonces, la Matriz ha sufrido varias ampliaciones y modificaciones que han hecho que el conjunto arquitectónico pierda su forma original, dando como resultado el ensanchamiento de los muros lateralmente y la colocación de un porche de estilo neoclásico, en sustitución de la antigua puerta de entrada principal.